Para obtener un rendimiento completo, es indispensable entrenar tanto el cerebro como el músculo, ambos fundamentales para el bienestar del ser humano. Esto permite armonizar una correcta dinámica deportiva con una vida personal, social y familiar saludable.

“Mens sana in corpore sano” frase clásica cuya idea original simbolizaba la necesidad de tener un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado y que  incide en la importancia de cultivar ambas esferas en nuestra vida, para permitirnos ser capaces de conseguir el bienestar que, por otra parte, tanto buscamos.

Numerosas investigaciones científicas han demostrado los beneficios del ejercicio físico en el bienestar psicológico de la población general. El deporte ha demostrado que mejora el estado de ánimo, reduciendo la depresión y el nivel de ansiedad. Además, incrementa la autoestima y facilita herramientas para gestionar el estrés. Potenciando que emocionalmente nuestra manera de afrontar la vida sea mucho mejor, más positiva, más eficaz y sobre todo, más beneficiosa para nosotros y nuestro entorno.

Sin embargo, en atletas profesionales o con una alta demanda deportiva, el estrés emocional puede condicionar síntomas psicológicos limitantes que les impiden alcanzar objetivos o subir el rendimiento en los momentos necesarios de la temporada, especialmente durante las competiciones o en situaciones de parón como una lesión deportiva o el confinamiento que hemos vivido recientemente debido a la pandemia por Covid19.

“Los profesionales en salud mental ayudamos a los deportistas a entender y manejar las variables psicológicas que influyen en la práctica de su actividad deportiva”

Se complementa el abordaje con técnicas de relajación/meditación que tienen como finalidad mejorar la capacidad atencional, el control emocional y la autoconciencia corporal.

Además, apostamos por la introducción de la danza como herramienta psicoterapéutica. La denominada Danza Movimiento Terapia (DMT) que emplea la integración dinámica de cuerpo-mente a través del uso de experiencias de movimiento y la incorporación de técnicas de imaginería para facilitar la comunicación y el trabajo expresivo. Existen evidencias que la DMT potencia a los individuos a expresar necesidades y sentimientos tanto a nivel verbal como no verbal, ayudando a las personas a reconectar con su cuerpo, cansado, dañado o también sano.

Buscamos optimizar la salud física a través del bienestar mental favoreciendo un mejor rendimiento. Para ello, trabajamos con los recursos psicológicos del mismo deportista como la autogestión de la tensión y de la concentración, el análisis de expectativas y el estímulo motivacional.

Un momento importante de la carrera del deportista es cuando tiene lugar un evento accidental como una lesión que condiciona una alteración de su actividad deportiva profesional presente y futura. El acompañamiento psicológico durante todo el proceso es muy beneficioso para obtener una óptima recuperación física y mental.

También podemos ayudar al ex-deportista de alta competición que se encuentra en cambio de etapa, alejándose de la competición porque ha terminado su carrera deportiva o porque  una lesión lo ha apartado de su actividad o ha disminuido su nivel competitivo. Pudiendo presentar síntomas parecidos al duelo al dejar de focalizarse en el deporte. Podemos ayudarle a transitar de manera satisfactoria hacia una nueva fase de vida.

En algunas ocasiones se origina como una pérdida de identidad, como una sensación de vacío cuando a edades tempranas acaba su carrera.

Reconducir y orientar su vida tras el deporte de alto rendimiento precisa en ocasiones de la ayuda de un especialista experto en la gestión de este tipo de situaciones, proporcionando herramientas para la adaptación al cambio y que la situación sea vista por el deportista en vez de un problema, como una oportunidad para reinventarse y reconstruir su vida.

Las alteraciones psicológicas y conductuales no son infrecuentes en niños y adolescentes. El paciente joven deportista puede presentar patrones comunes a la población general o específicos relacionados con su actividad deportiva. En algunas ocasiones, a través de una mejora de la autoestima es una manera de tratar y prevenir el desarrollo de estos problemas, en otros casos se precisa utilizar herramientas terapéuticas diversas para obtener la mejora de la sintomatología.

Otro ámbito importante de trabajo  es la intervención con la familia, padre y madre, del deportista de edades tempranas. Fundamentalmente a través del asesoramiento en cómo pueden apoyar de forma efectiva el desarrollo deportivo y personal del niño.

Buscando como objetivo el desarrollo integral, evitando frustraciones futuras y ayudándole a manejar  las expectativas creadas por el entorno del atleta.

Se debe diferenciar el deporte profesional del recreativo. Uno es a nivel competitivo y de alto rendimiento, el otro se da en la población general que practica deporte aficionado. Una intervención en salud mental puede llegar a mejorar la aparición de síntomas que interfieren en alguno de esos dos casos.

Si presentas miedos, fobias, rituales, te notas triste, apático, irritable, con pérdida de apetito, con dificultad para conciliar o mantener el sueño…  Te valoraremos de manera precisa y completa para descartar que no estés padeciendo ansiedad, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo… y si así fuera, se plantearía un tratamiento integral para mejorar y recuperar tu calidad de vida y satisfacción vital.

“Todavía existe la falsa creencia  y el tabú estigmatizante de que quien acude a un psicólogo padece una enfermedad mental.  Sin embargo, cada vez son más los individuos, sanos psicológicamente, que acuden a nuestras consultas para aprender una serie de recursos que mejoren su función y calidad de vida”

Realizaremos una primera visita de exploración, identificando dificultades y estableciendo un plan terapéutico. Buscando reducir la sintomatología mencionada anteriormente, que a menudo interfiere en la mejoría de las lesiones. En determinados casos se valorará la necesidad de tratamiento psicofarmacológico.